Montblanc Signature es rara en el sentido de que no es rara en absoluto (es bastante básica en composición y ejecución, ¿verdad?), pero me hace sentir cosas raras y retorcidas. Si eso tiene sentido. Es una especie de eco, vacío, fresco, amaderado, - mezcla de rocío-floral que huele como si estuvieras usando el champú de otra persona, una espuma nacarada de almizcle blanco más caro de lo que te importa considerar. Estás durmiendo bajo las sábanas blancas y crujientes de un extraño, frescas contra tu piel, con el persistente aroma de los pétalos de magnolia y las gordas flores de peonía, su dulzura melosa pegada a la tela.
Puede que el amigo de un amigo alquile un apartamento mientras está de influencer en Francia, así que tú te quedas unos meses en su casa, amueblada de forma cara y minimalista, en una zona de la ciudad muy de moda. Pasas mucho tiempo sola en el apartamento, probándote sus blusas de seda y sus jerséis de cachemira, hojeando su selección de libros vintage de Vogue y de fotografía artística, e intentando hacerte una idea de quién es. También acechas bastante sus redes sociales y, como una urraca que acapara retazos brillantes, recoges sus giros y manierismos, embelleciendo tu propio reflejo con plumaje prestado. Empiezas a pedir entregas de Door Dash a su nombre, todas las exquisiteces culinarias que ella ha fotografiado en sus viajes, fideos con salsa y cientos de pequeñas tazas de café amargo. La imaginas a tu lado, con su risa resonando en el silencio estéril, como un miembro fantasma que ansías tocar.
La línea que separa el mimetismo de la metamorfosis se difumina. La magnolia cremosa se despliega, una fotografía descolorida de intimidades nunca compartidas. El almizcle luminoso, limpio y ligeramente empolvado, se convierte en una mortaja, una identidad prestada que asfixia y embriaga a la vez. Esta fragancia no sólo huele como llevar el perfume de otra persona; huele como la inquietante alquimia de convertirse en otra persona. Y en esa piel prestada, en esa vida robada, la pregunta persiste: ¿hasta dónde llegarás para convertirte en algo más que su sombra?
Una compra a ciegas para mí. Y me encantó. Encantador zumo de cuatro estaciones, lo suficientemente dulce. Buena proyección, buena longevidad. Por el precio, ¡no podría vivir sin él!