Bueno, esta es otra reseña que nunca me molesté en escribir cuando la probé por primera vez, ya que encontré una muestra recientemente en una bolsa marcada como ‘está bien’. Sé exactamente por qué la puse así la primera vez. Ciertamente no es porque Tacit sea ordinario o pedestre; la composición está muy cuidadosamente construida y bien realizada, es simplista pero profunda y más que la suma de sus partes. Sin embargo, el rendimiento deja mucho que desear y no grita alta calidad tanto como lo hace el agradable aroma, al menos al principio. La apertura es yuzu y una nota fuerte de albahaca, la sensación general es un poco verde y fresca. Comienza a asentarse y desarrollar facetas especiadas, y la albahaca incluso tiene una sensación ligeramente mentolada y un toque medicinal de clavos. El cuerpo de esta fragancia es vetiver y es un compañero perfecto para las notas de salida herbales y cítricas, y el vetiver aquí es espectacular, espeso, terroso y limpio, pero con una presencia no muy diferente a la de la regaliz, aunque con un borde jabonoso ligeramente más limpio. ¿Proyección? Inexistente y el rendimiento fue pobre. Es una pena, porque Aesop tenía un gran concepto que podría haber sido un éxito.