Es muy difícil transmitir mis sentimientos sobre este perfume porque son tan dispares, pero usar el cliché de ‘amor/odio’ es quedarse corto. Los aspectos negativos son que no pude usar Gaea, y no debido a las notas de miel, que en realidad creo que son muy agradables en este contexto grande, audaz y auténtico frente a la nota frutal atómica que hay aquí. Es ese olor a piña jarabe, hiper, de barras de ensalada de frutas (¿o algo así?) que eventualmente se asienta y disminuye hasta cierto punto, pero que aún así lo convierte en un gran no para mí. Ahora, los aspectos positivos son que dije ¡wow! cuando lo rocié por primera vez porque desde un aspecto técnico y de originalidad es instantáneamente llamativo, audaz y hace una gran declaración con algunas ideas olfativas que se transmiten simultáneamente y se siente como una composición en capas en lugar de un gran bloque indómito. Como mencioné, Gaea se vuelve empalagoso (para mi gusto) poco después, pero todo el tiempo puedo sentir la base, el sotobosque verde que lentamente se infiltra en las vibraciones frutales/añejas, añadiendo una capa naturalista. Lo mejor es la base, espera a que se asiente bien y ahí es donde las recompensas están esperando a ser encontradas; es raro que realmente huelas ámbar gris en un perfume, es más un fijador o agente exaltador que mejora CUALQUIER composición, ya sea que lo hueles abiertamente o no. Aquí sí lo hueles, aunque de manera vaga, como saliva animal, aliento sobre piel cálida. En última instancia, no es para mí, pero es muy, muy interesante, de verdad, tengo curiosidad por saber qué mezcla de materiales usó Peter para crear el acorde frutal aquí. Es muy potente para empezar, pero se asienta bastante suave (afortunadamente) y de larga duración. Actualización: Ese vago ámbar gris animal se vuelve marginalmente más sucio y con matices del reemplazo de civeta y el elemento más sucio del ámbar gris que está en su mayoría completamente cubierto en la apertura frutal y la mayor parte de la experiencia de uso.