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Mi Característico
310 reseñas
Con notas de manzana congelada, pétalos de rosa secos, violetas confitadas, malvavisco, cachemira y almizcle blanco, Sublimate es una piñata de Pixy Stix que se disuelve en una cuba de nitrógeno líquido y explota en una supernova de Barbarellas confitadas. Es una cacofonía tecnicolor de absurdidad hiperfrutal, una dulzura festiva que te deja el alma inundada de purpurina y te hace cuestionar el tejido mismo de la realidad, y realmente, creo que es la penúltima receta para la euforia.
Coriandre tiene la calidad brumosa y de bordes suaves de una vieja Polaroid dejada demasiado tiempo al sol. Un día de verano cálido y cubierto de hierba que se recuerda a través del velo amarillento de la memoria. Hay una ensoñación quebradiza y amarga, como alas de mariposa polvorientas clavadas en un lecho de musgo suave y rizado. Es seco, amaderado y almizclado, y creo que huele un poco como un pequeño secreto encantador que quizá nunca estés dispuesto a compartir, de los que te aceleran el corazón y te calientan la piel sólo por guardarlo.
Imagina el headshop más potente que jamás hayas visitado y sube la apuesta con el adivino más pachulero que jamás hayas conocido. Imagina que este aroma ahuyenta a todos tus amigos y seres queridos. No pasa nada, hueles de maravilla.
Negros bosques nocturnos congelados en el tiempo; pinos resinosos y verdes abetos y aire fresco de medianoche, pequeños puntos de luz de estrellas. Humo de bosque y marga, líquenes y helechos, y musgos mohosos reptando, reptando sobre troncos caídos y caminos de piedra desgastados. Las telas de araña se enredan en lo alto de las ramas y el polvo se posa en ellas. El tiempo se ha ralentizado y finalmente se ha detenido en este bosque, mientras el mundo exterior avanza, evoluciona y se mueve, como es costumbre en el mundo, se interfiera o no. Es un bosque quieto, solemne, olvidado, sin nacimiento ni crecimiento, y sin embargo imperecedero.
Directamente Bánh mì. Se rocía con un oriental prometedor, aunque vagamente astringente, pero en cuestión de segundos son los diversos componentes de un sándwich vietnamita. Cilantro, daikon, panceta de cerdo, chiles, verduras encurtidas, hasta el sabor a levadura de una baguette crujiente. Debe de haber algo malo en mí; nadie en su sano juicio haría una fragancia que oliera así. Sin embargo, a veces apetece un bocadillo, y éste es sin duda complejo y delicioso.
Safran Troublant de L'Artisan Parfumeur es una fragancia maravillosamente reconstituyente, reconfortante y que abre el corazón. Tiene una dulzura reconfortante, aunque no es azucarada, almibarada ni empalagosa. Un ritual para irse a la cama que empieza con cucharadas de flan de sándalo y crema de vainilla, un baño tibio con una mezcla de almizcle lechoso y delicada agua de rosas rosadas, y un abrazo maravillosamente enraizante y mágicamente envolvente. Tendrás el sueño más profundo y profundo, y te visitarán los sueños más hermosos del verano.
Hay algo en Craft de Andrea Maack que resulta elegante y reflectante, como las altas torres cromadas de una megaestructura retrofuturista de ciencia ficción y sus habitantes cibernéticos mecanizados. Es un aroma fresco e incruento, como las flores de escarcha sobre el cristal y el metal frío del invierno. No había leído la descripción antes de escribir estas reflexiones y ahora estoy contento y enfadado a la vez porque he captado las vibraciones de este perfume hasta tal punto que casi he citado el texto de la página web sobre mochilas propulsoras y robots. Este es uno de esos casos en los que parece que el concepto y la ejecución se alinean de una manera casi preternaturalmente perfecta... ¡como si los señores androides hubieran implantado estas ideas directamente en mi cerebro!
Targhee Forest de Rogue Perfumery son las reflexiones serias y encantadas de un gnomo briólogo que sueña despierto y escribe poemas melancólicos sobre los reptantes pensamientos de musgos, líquenes y helechos. Estos herbarios literarios son la inspiración de su negocio paralelo, donde saponifican la vegetación limosa y la mezclan suavemente con una esencia de almizcle blanco para crear jabones encantadores que huelen a piedra cubierta de musgo tomando el sol.
Si alguna vez has olido Ambre Narguille de Hermès y has pensado "vaya, esto es tan dulce que me va a matar...", creo que deberías probar Tartan. En realidad, no sé si se parecen tanto, aparte de una rica vibración amaderada a tabaco de octubre, pero mientras Ambre Narguille se inclina realmente hacia esa compota de manzana almibarada, Tartan se equilibra con cuero acre y un frasco repujado de turba, whisky ahumado. Cada vez que me lo pongo huelo algo distinto, pero cuando cierro los ojos evoca el musgo terroso y lanoso, el oro fundido del otoño y las madejas de gansos de las nieves bajas en el horizonte.