La primera vez que rocío Woody Leather, mi mente sólo piensa en una cosa: Tuscan Leather. Es una verdad ineludible que esta fragancia es un riff del clásico de Tom Ford, lo cual es desafortunado ya que desde las notas esperaba que esta fragancia tuviera mucho potencial. Tiene exactamente el mismo acorde de cuero espeso, empalagoso y pegajoso que Tuscan Leather, excepto que aquí el aroma general es más tolerable por la ausencia de frambuesa. El azafrán se intensifica para sustituir ese dulzor, pero sigue sin ser tan enfermizo como el de Tom Ford. Como habréis adivinado, no me gusta Tuscan Leather, por lo que tampoco me gusta esta fragancia, aunque admito que es una versión más llevadera. Si te gusta Tuscan Leather entonces esto es redundante, si no lo soportas como yo entonces evita esta fragancia.