¡No es sorprendente que nunca haya olfateado nada como esto en mi vida! La apertura es un olor penetrante y abrumador, dulce pero salado, de gourmand de salsa barbacoa, melaza, chile chipotle y cerdo. Tiene específicamente una vibra de BBQ de cerdo, como esta salsa picante infusionada con tocino que tengo en casa. Por un lado, evoca perfectamente una barbacoa de verano, pero luego, por otro lado, una fría y brumosa noche del 5 de noviembre. La parte de comida no dura tanto tiempo, lo cual es una pena, pero también es bastante bienvenido; quiero decir, por mucho que me encante la salsa BBQ, no estoy seguro de querer oler a eso. El cuerpo principal de City on Fire... bueno, es ahumado, por supuesto, y lo que comienza como astillas de madera de hickory de ahumadero se convierte en un humo más resinoso y similar al alquitrán. Hay labdanum aquí que lo suaviza un poco. Luego, City on Fire se convierte en un perfume auténtico totalmente digno de más reconocimiento del que la peculiaridad inicial podría hacerte creer. Realmente me gusta y esto es de alguien que probó Jeke por primera vez en la misma semana; tengo que decir que creo que prefiero esto. Jeke es bastante diferente y mucho más intenso, pero City on Fire es extremadamente agradable y llevable cuando se asienta. No tiene un rendimiento masivo, pero sigue siendo bueno y sorprendente considerando lo fuerte y ahumado que es al principio. El secado es esa larga y prolongada cosa de pulpa de madera 'papelosa' que a menudo describo y fue lo mismo con el de Cobra y Canary.