La primera vez que probé Ysatis, era la fórmula actual. Me pareció agradable, pero extremadamente débil y no merecía la pena. Sin embargo, me gustó mucho el aroma, así que decidí buscar un frasco antiguo y finalmente conseguí uno de 1984. Era esto o nada más. Y vaya, ¡qué diferencia! Inmediatamente reconocible como Ysatis, este primer lote es también de otro mundo, es decir, contiene todo lo que falta en la fórmula actual: riqueza, potencia, musgo de roble y algalia, extrañamente una faceta de cuero, cremosidad, indulgencia. En una época en la que todas las potencias se centraban sobre todo en el nardo (Poison) y las notas orientales (Coco, Opium), Ysatis vino a mostrar la lánguida sensualidad del Ylang Ylang, vistiéndolo con flores exóticas, ricas especias y musgos, y notas animales para resaltar la calidez innata de la flor. Y lo consigue. La apertura, muy reconocible para cualquiera que esté familiarizado con la fragancia, es un ylang ylang cremoso, parecido al plátano, acompañado de jazmín (del tipo sucio) y azahar. No me resulta aldehídico. Poco después, algo de clavel y laurel condimentan la floralidad, haciéndola más salvaje, más sensual, floriental. Convirtiéndose en la definición de la palabra, Ysatis son flores especiadas bailando sobre la piel caliente. Sexy y sudoroso, con el verdor justo para atenuar la exuberancia. Pero esto no dura mucho. A mitad del desarrollo aparece el aliento animal de la civeta, que permanece hasta el final, haciendo que las flores vuelvan a encenderse con fuego. Hay una sensación de cuero que no sé de dónde viene, lo que ensucia aún más a Ysatis. ¿Piel? ¿Castóreo? La nota de ron falta en mi nariz, podría estar ahí, escondida bajo las flores borrachas, contribuyendo a la cremosidad. Oler Ysatis vintage es un torbellino de emociones. La versión actual se siente diluida, plana y en cierto modo "barata" en comparación, algo más evidente cuando se comparan las dos, y se nota que comparten más diferencias que similitudes. Y debido a esta complejidad rica y estratificada, la cosecha funciona muy bien tanto en mujeres como en hombres. Para los amantes de los perfumes fuertes, los florales sucios, los orientales y los vintage en general, éste es su perfume. Decadente, lujoso y poderoso, se pavonea por las calles haciendo saber a todo el mundo que Ysatis está aquí. Increíble estela y longevidad.
