Numero Uno no puede evitar tener grandes expectativas con un nombre como ese. Es una versión clásica del perfume chipre. Juraría que contiene musgo de roble, ya que tiene ese toque tradicional. En esencia es una fragancia amaderada, cálida, ligeramente floral, herbal y almizclada. Se abre con bergamota y vetiver limpio, luego aparecen el ládano y el mirra. A medida que se va secando se va asentando una fragancia más herbal con pachulí, todos estos elementos están excelentemente equilibrados y no tardan en transicionar y asentarse rápidamente en una entidad singular. Me llega una especie de olor animal, es uno natural de feromonas, como a piel o más específicamente...cuero cabelludo. Sigan mi ejemplo. Algunas fragancias evocan esta cualidad de cuando beso a mi novia en la parte superior de su cabeza y obtengo un olor ligeramente herbal, jabonoso, a champú, pelo y cuero cabelludo caliente. Suena un poco pervertido, lo sé... Sinceramente, no tengo un fetiche por el cuero cabelludo. Así que una buena fragancia... buena pero no genial. Sin duda comunica lo que necesita con claridad y tiene buena longevidad y proyección en mi piel.