Yo lo describiría como un cuero verde travieso. El parche se sobredosifica aquí, y realmente muestra la oscuridad y la profundidad del aceite de parche natural. Mucha pimienta, cítricos brillantes y mucho ládano oscuro que combina muy bien con el parche. Y una pizca de yeso que le da un toque animal. Todo un éxito.

Patchouli of the Underworld de Electimuss, para mi olfato, es una fragancia menos evocadora del dios bruto del inframundo y su novia no consentida que una invocación del amargo desamor que se enreda a lo largo del mito de Orfeo y Eurídice. Cuando era más joven, me sentía terriblemente salada por Eurídice; ¡todo lo que tenías que hacer era no mirar atrás, Orfeo! ¡Estabas tan cerca de tener a tu amada esposa de vuelta de entre los muertos! Pero... no. Hiciste la única cosa que te encargaron específicamente que no hicieras. Miraste. Margaret Atwood escribió en un poema desde el punto de vista de Eurídice: "No podías creer que yo fuera algo más que tu eco", y creo que eso es lo que capta Patchouli of the Underworld tan misteriosamente, el eco gris pálido de esa duda e incredulidad tan humanas por parte de él, y la amarga decepción que ella debió de sentir, y la pena experimentada por ambos. Ahora que soy mayor, que comprendo mejor y que sin duda tengo más experiencia con la aplastante gravedad del duelo, sé que cada persona lo experimenta de forma diferente. Y las personas en duelo merecen el don de la gracia. Orfeo llora la pérdida de su esposa por partida doble, y el dolor de Eurídice al verse arrastrada de nuevo a las tinieblas de la muerte por el momentáneo lapsus de fe de su marido debió de ser inconmensurable. Eso es lo que esta fragancia capta tan bien. Olvídese de la publicidad de la marca sobre la sensualidad almizclada o lo que sea. No es eso. Son los lamentos de alguien a quien la persona que más quería le ha robado su efímera esperanza, y la devastadora sensación de arrepentimiento del ladrón. Si uno tuviera que destilar esos ecos de melancolía, esa antigüedad de la tristeza, y embotellar la esencia resultante, el resultado sería un canto fúnebre olfativo de nieblas ahumadas de pimienta y polvo y extraños matices entintados-aterciados, que, con el tiempo, se convierte en un desesperado floral jabonoso funerario.