¡¡¡Oh Akkad!!! Qué impresionante zumo oriental resinoso es este de Lubin. Tengo una extraña, inexplicable, debilidad por esta casa a pesar de que sólo he probado un par de sus fragancias, y no eran las mejores del mundo si soy honesto. A veces te encuentras con fragancias que te hacen sonreír y redefinen un género para ti. Me encantan los acordes de ámbar, oud e incienso, pero aunque una fragancia sea atractiva o de buena calidad, es raro encontrar algo innovador, pero cuando lo haces es refrescante. Es como de vez en cuando en la música, cuando crees que has escuchado todos los conjuntos de guitarra ligeramente derivados, y de repente algo te emociona. Yo no llamaría a Akkad un "cambio de juego" (odio ese cliché de todos modos) pero es un ámbar con equilibrio, dulzura, calidez, cremosidad, no empalagoso y tiene refrescantes notas de incienso fresco... ¿qué más se puede pedir? Comienza con una ráfaga fresca y transparente de bergamota, incienso, elemí y labnadum, que da paso a una especie de benjuí, styrax... antiguo ámbar empolvado que se espesa y endulza con vainilla. Akkad parece manejar ambos elementos de resina ligeramente fresca y edificante a cálida, acogedora y auténtica en la base. Es un gran zumo, pero no puedo evitar pensar que las notas de salida deberían durar más antes de secarse a lo que es un acorde ambarino estándar. Es una crítica dura porque si te gustan las resinas como a mí no te importará y al menos esas notas de salida están ahí en primer lugar... aunque sean fugaces.