El nardo, también conocido como nardo, desprende un aroma rico y terroso que recuerda a lugares antiguos y sagrados. Sus notas cálidas y amaderadas se mezclan con un toque de dulzura, evocando una sensación de tranquilidad. A menudo asociado a la espiritualidad, el nardo envuelve los sentidos en una elegancia tranquilizadora.