Boudoir es sexo salvaje. Es el olor del sexo salvaje. Sudor, calor, excitación. En ese pequeño espacio de tiempo que acabó siendo el Memento Mori de la perfumería (1998/2005) McQueen y Vivienne Westwood nos regalaron dos obras maestras, viajaron al pasado y nos trajeron el aroma de un burdel francés de principios de siglo. Dijeron "al diablo con lo que está de moda ahora" (eran los tiempos de Cool Water, Eternity, cK One y muchos más), le enseñaron al mundo el dedo corazón y dijeron "vamos a enseñarles lo que es marcar tendencia". Y realmente lo fueron. El bueno de Kingdom hace años que no lo huelo; muy fuera de mi alcance ahora, pero Boudoir sigue destacando hoy como una mosca en un vaso de leche. Y sigue siendo rompedora, va contra las tendencias y le importa un carajo. Y parte de ese olor sexy y sudoroso permanece en la piel horas y horas después de aplicarlo. Boudoir es claveles picantes y empolvados al principio; la buena Madame del burdel antes mencionado bañada con jabón Maja. Tras una aplicación de polvos corporales, algún perfume barato lleno de narcisos, rosas, jazmín, algalia, azahar... la ropa interior sobra. Tras un porro para entrar en ambiente, tumbada en la cama, desnuda con sus exuberantes curvas a la vista, llega su amante. Un semental musculoso y un poco bruto. Lleva un aceite con esencia de hierbas; lavanda, romero, tomillo, limón y algunas notas animales. Su sesión de sexo durará tanto como sus cuerpos puedan soportar. El sudor de ambos se mezcla con su perfume y el humo del porro que comparten al final. El Kama sutra acaba de inaugurar un nuevo capítulo. Me encanta, por si hay alguna duda. Te hace sonrojar si te pones a pensar y fantasear mientras lo llevas puesto. Pero si sabes cómo domarlo, entonces no hay necesidad de fantasear; vas a vivir tus sueños más salvajes. Como muy pocos perfumes recientes, Boudoir encaja como un guante con lo que Vivienne es como persona, como diseñadora y como personalidad. Mientras que el resto de sus perfumes, casi todos en realidad, están ya olvidados, su primogénito Boudoir es su manifiesto y podría gritarlo más alto (difícil; dura una eternidad con un sillage tremendo) pero no más claro. Sólo me falta reencontrarme con mi Reino desaparecido hace tiempo. Las dos son gemelas con la misma personalidad arrolladora. (Y luego nos venden los lanzamientos de hoy como rompedores, transgresores... Boudoir se los come mientras se pinta las uñas) Reseña basada en un edp de 1999.

Probablemente sea demasiado pronto para escribir esta reseña, ya que llevo usando Boudoir unas 4 horas, pero no me importa. Es uno de los mejores perfumes que he olido, punto. Empieza limpio y jabonoso, lo que es una gran broma para el que lo lleva. Luego de repente desarrolla esta calidez, que es MUY satisfactoria y MUY inapropiada. Tengo un frasco pequeñito de 5 ml y lloraré cuando se acabe.