Messe de Minuit es la culminación del ámbar cálido y ahumado y los cítricos. Se abre con una explosión jugosa y refrescante de naranja, limón y bergamota, seguidos de una gruesa dosis de mirra. La mirra aquí es muy seca y polvorienta, pesada y casi masticable, pero en general huele a alta calidad y única. El lado cítrico de la fragancia se intensifica con una nota picante de cidra amarga, mientras que los aspectos cálidos se elevan a través de la canela picante y el ládano curtido. El aire resinoso y ahumado de la mirra se magnifica con el incienso seco y el pachulí terroso. En esta fragancia, tres perfiles olfativos distintos se disputan la atención: los cítricos cítricos, la mirra ahumada y el ámbar cálido están presentes y son potentes, y aun así parece funcionar. Esta fragancia encarna de forma brillante las antigüedades de madera y el incienso arcaico de iglesia.

Intentaba con insistencia oler algo en Messe de Minuit que, de todos modos, no reconocería .... No he ido a misa de medianoche en mi vida. Una vez que me di cuenta de ello, pero también de que era capaz de apreciarlo de cualquier manera, pude relacionarlo con algo que conozco bastante bien: su aroma sutilmente agrio y rancio me recordaba a un rincón sombrío de una librería de segunda mano; pilas altísimas de libros carcomidos apilados en estanterías de madera podrida y combada.... un rincón que no ha visto la luz del sol en años, libros que rara vez son tocados por manos humanas, si es que lo son. Todo esto. Ahora es un aroma que tiene sentido para mí.