Heal the Way by Alex Elle, de Snif fue lanzado en 2024. El perfumista detrás de esta creación es Patricia Choux. Las notas son Ámbar, Davana, Almizcle, Palo Santo, Pistacho, Vainilla.
Me he estado devanando los sesos intentando encontrar algo creativo o interesante que decir sobre esta fragancia. Normalmente, me encanta sumergirme en una fragancia, entretejer sueños y recuerdos en la descripción, encontrar esas metáforas extrañas y perfectas que captan no sólo cómo huele algo, sino cómo te hace sentir. Algunos perciben el sabor a nuez, otros el palo santo, mientras que a mí me huele exactamente igual que una lata de glaseado de vainilla. Sin embargo, todos llegamos al mismo destino emocional: la comodidad. Después de dos semanas en las que me han arrancado de mi pequeño santuario introvertido para pasar todas las vacaciones con la familia de Yvan, he estado malhumorada y agotada, y me he dado cuenta de que buscaba instintivamente éste. Es esponjoso, acogedor, cremoso y reconfortante que de alguna manera se las arregla para permanecer ligero y aireado en lugar de empalagoso, y a pesar de ser fundamentalmente un aroma de vainilla, nunca se inclina hacia una dulzura groseramente empalagosa. Sin embargo, cuanto más lo uso, más matices capto: ese exuberante y mullido glaseado de malvavisco se convierte en un almizcle cálido y ambarino a medida que pasa el tiempo. ¿Es innovador? ¿No? ¿He reinventado la rueda con esta reseña? Lamentablemente, tampoco. Pero puede que la experiencia colectiva sea valiosa, que muchas voces confirmen que sí, que a veces lo que necesitas no es una declaración artística compleja, sino este simple consuelo, este tranquilo permiso para descansar.
Este comentario ha sido traducido automáticamente.
Me he estado devanando los sesos intentando encontrar algo creativo o interesante que decir sobre esta fragancia. Normalmente, me encanta sumergirme en una fragancia, entretejer sueños y recuerdos en la descripción, encontrar esas metáforas extrañas y perfectas que captan no sólo cómo huele algo, sino cómo te hace sentir. Algunos perciben el sabor a nuez, otros el palo santo, mientras que a mí me huele exactamente igual que una lata de glaseado de vainilla. Sin embargo, todos llegamos al mismo destino emocional: la comodidad. Después de dos semanas en las que me han arrancado de mi pequeño santuario introvertido para pasar todas las vacaciones con la familia de Yvan, he estado malhumorada y agotada, y me he dado cuenta de que buscaba instintivamente éste. Es esponjoso, acogedor, cremoso y reconfortante que de alguna manera se las arregla para permanecer ligero y aireado en lugar de empalagoso, y a pesar de ser fundamentalmente un aroma de vainilla, nunca se inclina hacia una dulzura groseramente empalagosa. Sin embargo, cuanto más lo uso, más matices capto: ese exuberante y mullido glaseado de malvavisco se convierte en un almizcle cálido y ambarino a medida que pasa el tiempo. ¿Es innovador? ¿No? ¿He reinventado la rueda con esta reseña? Lamentablemente, tampoco. Pero puede que la experiencia colectiva sea valiosa, que muchas voces confirmen que sí, que a veces lo que necesitas no es una declaración artística compleja, sino este simple consuelo, este tranquilo permiso para descansar.