Se trata de una reedición, presumiblemente ligeramente modificada, de la versión original de 2000, que no he tenido el placer de oler. Pero si la gente piensa que esta versión actual es inferior, entonces el original debe haber sido realmente algo más.

Me esfuerzo mucho por evitar asignar un género a los perfumes cuando los pruebo, pero sigo encontrando cosas que simplemente preferiría oler en una mujer que en mí. Cuantos más perfumes pruebo, más fácil me resulta oler la fragancia y sentir que es algo que me va bien. Helmut Lang EDP supuso para mí un pequeño avance en este sentido, porque la primera vez que lo usé me pareció demasiado floral y, por tanto, demasiado femenino. Pero la belleza aquí es sublime, y una vez que se filtra en ti se despliega el encanto.

Se abre con una suave explosión de azahar, lavanda y un toque de heliotropo. Desde el principio hay una base de almizcle casi limpio que añade fuerza a la naturaleza etérea de las flores. Me parece interesante que sitios como Fragrantica no incluyan el almizcle como nota oficial; es la espina dorsal de esta fragancia.

A los pocos minutos, ocurre algo realmente encantador en el corazón. La flor de azahar parece florecer después de que la lavanda y otros aromas retrocedan, y deja esta impresión de almizcle efervescente con sabor a naranja que realmente se convierte en el alma de esta fragancia. Los elementos pulverulentos del heliotropo nunca cruzan la línea de la asfixia, pero se percibe su presencia como si la brisa hubiera devuelto el olor a través de una ventana abierta.

Todo se posa sobre una base de cedro cremoso -supongo que de la variedad atlas- y se disipa lentamente como la niebla quemada por el sol, en lugar de progresar a través de una serie de acordes hasta su lugar de descanso final. Este perfume ondulante me dura buena parte del día y no se proyecta ruidosamente, y sí, a primera vista puede que lo percibas como algo que estás acostumbrado a oler en mujeres. Pero todos los hombres varoniles a veces necesitáis sentiros guapos.