Cereza chispeante. Afrutado y ligeramente avainillado. Se hace la boca agua. Esta fragancia es sencillamente sublime. Las notas de vainilla y pimienta rosa son perceptibles para mi nariz, pero no abruman. Si durara más, sería genial, pero como mucho me duraría 3 horas. La estela es discreta, lo que es una pequeña decepción adicional.
La forma en que se abre Rouge Smoking es, sin duda, interesante y continúa con los temas de Lost Cherry de Tom Ford, una fragancia que de hecho volví a visitar el mismo día que probé esta. Es curioso cómo tu mente asocia la cereza con la almendra y viceversa, y materiales como el benzaldehído y el aceite de almendra amarga contienen las cualidades de ambos, al igual que la relación de amor/odio que tengo con el heliotropo. Sin embargo, tiene cierta presencia en las notas de salida y añade un sabor maduro, casi sofisticado, a lo que a menudo considero un olor bastante infantil de cerezas, con un toque ligeramente especiado y una calidad bálsamo de ámbar. También tiene un sentido floral, pero es su base cremosa de tonka la que crece todo el tiempo hasta que te quedas con un perfume que es indulgentemente y sin disculpas pesado en cumarina y almendra. Una especie de sopa cremosa, que me gusta un poco y si amas esas cosas, es claramente disfrutable, pero no podría usarlo, simplemente no es mi estilo.
