Nope... plástico, lápiz labial, medicina. Y caro.
Las primeras pulverizaciones tienen un fuerte aroma medicinal a tabaco fuerte, como un cálido abrazo del abuelo, que se va secando hasta convertirse en un aroma casi cremoso que me encanta. Esta fragancia es muy potente y dura toda la noche en la ropa. Lo suficientemente fuerte como para ahogar a la cajera en el 7-11 y llamar la atención en el supermercado.
Centaurus es la última apuesta de Creed, que se ha subido al carro de las fragancias dulces. Es cierto que huele bien, pero no es nada especialmente especial, creativo o interesante. La vainilla, el benjuí y la tonka ocupan el centro del escenario, dominando con sus facetas dulces y cremosas entre la canela picante y el tabaco seco. La calidez del cardamomo persiste en el aire, lo que confiere a la fragancia una especie de suavidad aérea y mantecosa. Una pareja cremosa de sándalo y heliotropo almendrado amplifican esto de forma espectacular, todo ello manteniendo una dulzura suave y apacible en todo momento. Como he dicho, huele bien, no creo que nadie pueda negarlo. Desgraciadamente, no es lo suficientemente excitante como para justificar un precio tan caro, se parece mucho a algo que ya he olido antes; es muy familiar. En general, menos que impresionado.