Básicamente puedo resumir Tralala en unas pocas notas... Almizcle, vainilla, BOOZE y azafrán. Sólo mencionaré el azafrán, que tiene una extraña cualidad picante, pero me encanta en las fragancias. Aunque no es el protagonista en esta fragancia, se puede detectar y contribuye a la opulencia general. Una apertura bastante teatral, brillante, áspera, casi gourmand que es bastante espectacular en verdad y el elemento de whisky está presente de inmediato. La nota de whisky no es algo que me guste en muchas fragancias, la verdad, pero en Tralala es aceptable. A medida que se calma, la fragancia se vuelve suave y avainillada, casi como una bebida láctea con alcohol... ¿tal vez un ruso blanco? (¡Pero mucho más sucio, por supuesto!) De hecho, hace unas semanas me tomé un cóctel flotante de whisky bourbon y me recordó mucho a la combinación cuajada de alcohol fuerte y helado, ¡que no es algo tan agradable! A medida que Tralala hace estragos en mi piel, empieza a resultar empalagoso y la vainilla almizclada tiene un límite que me resulta un poco excesivo al cabo de un rato. Es un poco más complejo de lo que me parece y una vez superada la fase empalagosa, vuelve a ser agradable, incluso un poco suave y coriáceo. En general una fragancia interesante y de gran longevidad, una de las más fuertes de Penhaligon's que he encontrado. Tralala es un gusto adquirido tal vez, pero también lo es el tapón de cabeza de muñeca espeluznante en la botella. No conocía la casa de moda Meadham & Kirchhoff, pero me hago una idea de su estilo y esta fragancia encaja a la perfección con su ropa, atrevida y un poco excéntrica.