Me alegro mucho de haber hecho por fin esta mía. Lo probé en torno a 2013 creo? (estoy segura de que escribí una reseña... obviamente no) consiguiendo unas cuantas muestras y quedé muy impresionada, con un fougere clásico y brillantemente ejecutado. Sin embargo, otras fragancias tuvieron prioridad y he tardado hasta ahora en hacerla mía. Al principio parece sencillo, pero tiene muchas capas y profundidad. La bergamota fresca abre la fragancia, pero sólo durante una fracción de segundo, antes de que oleadas de verde, exuberancia, lavanda aromática y manzanilla abracen los sentidos. Evoca a la perfección el olor natural a helecho del nombre del fougere. La fragancia asentada se debate entre esta perfumería ligera y alegre y un corazón más oscuro, terroso y masculino. Esta yuxtaposición de estados contradictorios, como el gato de Schrodinger, es lo que el verdadero arte puede hacer por ti. Tiene dos componentes principales que me encantan: el geranio y el clavel, que aparecen con fuerza en el secado. También hay un elemento de algo parecido a una crema de manos e incluso ceroso, ligeramente desagradable (salvia sclarea, creo) que se asoma sólo a ratos, aumentando aún más la intriga. A medida que nos adentramos en la fase de secado, el pachulí de la base se hace más y más intenso, dándole más sustancia y suciedad. Para un fougere con tales credenciales verdes, es tan extraño que también tenga matices de calidez oriental. Empieza a parecerse un poco a Opium pour Homme, o incluso a Bois 1920 Sushi Imperiale, todo ese clavel brumoso y especias. Perfumería casi impecable, estoy encantado con Fougere Royale, es soberbio. Chicos, tenéis que comprarlo. No es la fragancia más fuerte del mundo pero la calidad está ahí y si la rocías en exceso como hice yo, funciona muy satisfactoriamente.
Fougere Royale es el fougere original, definió una familia olfativa totalmente nueva en la que se han inspirado innumerables fragancias y debo respetarlo por ello. Se abre enseguida con una embriagadora explosión de lavanda, la nota más emblemática del fougere. Le acompañan una bergamota refrescante y un toque de manzanilla verde. El corazón se suaviza y se impregna de una colección de flores limpias, como el geranio y el clavel, que añaden un suave toque picante verde. A partir de aquí, la fragancia se asienta muy bien en una base suave y cremosa de musgo de roble junto con salvia y pachulí. Esta fragancia es indiscutiblemente masculina y clásica, es una de las grandes de todos los tiempos y siempre será recordada por su importancia cultural. Sin embargo, la longevidad del EDP es escandalosamente mala y, para mí personalmente, Scandal e Invasion Barbare son mis fougeres preferidos.