El lirio es una de mis notas favoritas de todos los tiempos, y esto es el paraíso del lirio. Shem-el-Nessim, o "oliendo la brisa", te transporta a un festival de verano en el Nilo en 1906, una celebración repleta de hermosas flores que desprenden su aroma río abajo. No hay palabras para describir lo impresionante que es. Este perfume es tan suave como la mantequilla: las facetas densas y empolvadas del lirio se ven realzadas por el heliotropo y el ylang. A continuación, la cremosa madera de sándalo y la suave vainilla. Las flores blancas aportan una frescura etérea, junto con una especie de acidez salada del geranio. Puede que la composición sea sencilla, pero es una auténtica obra maestra. Es sin duda mi fragancia favorita de Grossmith y uno de los mejores usos del lirio que he olido nunca. El hecho de que tenga 118 años me asombra, sobre todo porque huele mejor que el 90% de lo que se lanza hoy en día. Tengo que hacerme pronto con esta obra maestra.
